Redes de usureros actúan en España con testaferros y sociedades pantalla

14 julio, 2020
La pandemia de la Covid19 y las graves consecuencias económicas que ha generado han creado el escenario ideal para los prestamistas privados incrementen su producción. El gran problema radica en los elevados intereses usurarios que aplican y en las consecuencias que provocan en los clientes que “caen en sus redes”. Esta situación no es nueva, si bien, se ha ido intensificando. Ya durante la crisis económica de 2008 proliferaron en España las redes de usureros que se aprovecharon de personas necesitadas.
Entre esas redes de usureros se encuentran, por ejemplo, entidades como SuizaInvest o Suitaprest. Administradas por la sociedad Management Mediterranean de Crédito Financiero, SL cuya sede se encuentra en barrios selectos de Madrid y Barcelona. Sin embargo, hay muchas más como Rápido Finance y OK Money, ambas declaradas en quiebra el pasado mes de febrero.
Además, existen entidades con licencia bancaria en España, instaladas en comunidades autónomas como Extremadura o Galicia, que también están aplicando procedimientos usurarios en distintos tipos de préstamos.
Dichas entidades se anuncian en páginas web y ofrecen soluciones rápidas y fantásticas. Pero la realidad es muy diferente. Las familias y profesionales que acuden a ellos, sin otras opciones, se ven abocados a una deuda eterna y, en ocasiones, a la pérdida de sus viviendas.
Ocultos tras sociedades tapadera
La realidad es que esas redes de usureros constituyen sociedades específicas con el capital mínimo legalmente requerido de 3.000 euros.
Las sociedades prestamistas son constituidas por testaferros que aparecen como supuestos socios y administradores de esas sociedades prestamistas usureras. Lo que hacen es ocultar a los verdaderos titulares de la sociedad, que son los prestamistas usureros finales.
Es evidente que, si el verdadero titular que concede el préstamo usurario se oculta tras testaferros, es porque es consciente de que su actividad de préstamos usurarios es presuntamente ilícita. Por supuesto, éticamente reprobable también.
Esta es la razón por la que no quieren ser identificados para poder eludir, así, posibles acciones judiciales.
Eludir responsabilidades legales
Las sociedades tapadera que conceden los préstamos usurarios en las que figuran los testaferros dicen cumplir con todos los requisitos legales y estar auditadas, inscritas en todos los registros estatales.
Sin embargo, la realidad es que, en algunos casos, ni siquiera presentan las cuentas en el registro mercantil como es la obligación de todas las sociedades, hecho que es indicativo.
La finalidad de constituir las sociedades mediante testaferros a sueldo es la de eludir las responsabilidades por posibles reclamaciones y denuncias de los afectados.
Tras los testaferros, que no realizan ninguna labor real de administración, se ocultan los verdaderos gestores de las sociedades.
Estos usureros del siglo XXI conceden préstamos descaradamente abusivos, con intereses desorbitados que se convierten en una deuda sin fin para los que los solicitan.
El prestamista no entrega realmente la cantidad que se hace constar en la escritura. Lo que hace es cobrar al cliente por todo tipo de conceptos para encubrir la usura bajo una supuesta prestación de servicios de asesoramiento que el cliente no percibe.
El control por parte de organismos públicos, como el Instituto Nacional de Consumo, de estos chiringuitos y entidades piratas usureras es prácticamente inexistente.
https:/diario16.com/redes-de-usuareros-actuan-en-espana-gracias-a-testaferros-y-sociedades-pantalla/