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El crédito al consumo deja de ser el motor de ingresos de los bancos

3 abril, 2020

El crédito al consumo está perdiendo fuerza como motor generador de ingresos de los bancos.

Estos préstamos, que proporcionan una alta rentabilidad a las entidades, por sus tipos de interés más elevados,  empiezan ya a acusar la morosidad.

Si bien ésta es incipiente, el repunte de la morosidad no se notará hasta dentro de varios meses.

La paralización de la economía ha traído una primera consecuencia para los bancos: la práctica desaparición de nuevas operaciones de préstamos y créditos tanto a empresas como a familias.

El confinamiento de la totalidad de la población provoca que casi el único consumo privado sea el alimenticio, farmacéutico y de higiene.

Muchos otros bienes y servicios no se prestan y, por lo tanto, es imposible adquirirlos.

Los bancos habían puesto en los últimos años buena parte de sus esfuerzos comerciales en un objetivo: aumentar la cifra de negocio de la financiación al consumo por su mayor rentabilidad al tener tipos de interés superiores.

Ahora lo que se  encuentran es una desaparición total de dicha actividad.

Las autoridades de supervisión alertaron durante bastantes meses sobre ello. Advirtieron de los peligros que traía consigo el fuerte incremento de la financiación al consumo por parte de entidades y financieras, en general. También lo hizo el Banco de España.

Tanto advirtieron que en algún momento planeó la posibilidad de que se decidiera implantar un recargo de capital a los bancos si estos no moderaban las tasas de crecimiento de este tipo de financiación.

Finalmente las entidades hicieron caso a las recomendaciones. Redujeron el ritmo de concesión de estos créditos, al tiempo que se empezaba a percibir un aumento de la morosidad a ritmos algo superiores a los de concesión de nuevos créditos.

El problema puede venir ahora como consecuencia del fuerte aumento del paro y de la pérdida temporal del empleo.

Las familias van a ver reducidos sus ingresos y ello va a repercutir en su capacidad para hacer frente a sus obligaciones de pago.

Porque hay que tener en cuenta que no hay ningún tipo de avales por parte del Estado para este tipo de préstamos.

Quienes tengan dificultades para pagar las cuotas deberán negociar con las entidades una posible solución. Va a ser caso a caso y, de todas formas, no debería suponer un problema excesivo para los bancos, ya que esta línea de negocio no llega al 5% de su inversión crediticia.

No obstante, sí es cierto que, respecto al crédito nuevo que venían dando, sí representaba un porcentaje bastante más elevado.

https://www.expansion.com/empresas/banca/2020/04/01/5e83a2f8468aeb91188b45ec.html

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